Como desarrollador, lo más importante que debes saber es quién es tu cliente y qué problema necesita resolver. Los desarrolladores se enfocan en el cliente de manera obsesiva. El cliente es la estrella que te guía y la que te permite establecer prioridades y volver a centrarte cuando te pierdes en el camino.   

Ponte en los zapatos del cliente a la hora de decidir qué desarrollar. Pasa tiempo con tus clientes. Esfuérzate por comprender el mundo desde su perspectiva. Crea empatía y desarrolla con un espíritu de hospitalidad. Gánate su confianza a través de cada interacción.

Cuando estás creando algo nuevo, rara vez hay un libro de instrucciones. Cuando los desarrolladores se enfrentan a lo desconocido encuentran inspiración, no temor. ¡Eso es lo que hace que nuestro trabajo sea emocionante! 

Improvisa cuando no haya instrucciones paso a paso que seguir. Acepta la incertidumbre. Cuando marcamos la ruta, estamos empujando los límites. Hay que reconocer que quizá no lo hagamos bien a la primera. Está bien, siempre que aceptemos la naturaleza iterativa de la creación.

Cuando te enfrentes a un problema, comienza por escribirlo. Esto te empodera para pensar con claridad y permite una comunicación efectiva. Para obtener los mejores resultados, haz el trabajo de anotar los resultados que esperas, tus criterios de decisión y tu plan de acción. Escribe las lecciones aprendidas en el proceso. El objetivo debe ser una redacción concisa, detallada y sencilla presentada en un foro productivo. 

Desarrollamos mejor cuando estamos conectados con nuestro cliente, tenemos clara nuestra misión y estamos empoderados para tomar decisiones y avanzar rápidamente. Cuando los equipos son demasiado grandes, los integrantes tienden a perder el contacto, el enfoque y la autonomía. Lo que suele ocurrir es que las personas se alejan del cliente y del problema. 

Organízate en equipos pequeños. Define los equipos en función del cliente al que le prestas el servicio. Define la misión que servimos para el cliente y las métricas que indican si estamos en el camino correcto. 

A los desarrolladores les encantan los problemas difíciles. Los problemas difíciles son el oro de los negocios y resolverlos es la razón por la que nos pagan. Cualquiera puede elegir las oportunidades más asequibles. 

Vive el espíritu del desafío cuando el problema se complica. Si nuestras ambiciones no son desafíos, no nos estamos esforzando lo suficiente.

Desarrolla experimentos medibles para aprender lecciones económicas cuando crees prototipos o te surja una nueva idea. Define claramente lo que debe demostrarse para que tu idea funcione. Diseña experimentos para que puedas medir los resultados. Utiliza los resultados para aprender lo más rápido y económico posible. Si llegas a un callejón sin salida, ten en cuenta que esto tiene un valor inherente para nuestro negocio. Mejoramos con cada iteración de una idea.

Cuando te encargues del asunto, gana confianza: es nuestro mejor producto. Mantente informado. Haz lo que dices que harás y concéntrate en los intereses y las necesidades de los demás, no solo en ti. La confianza es una cuenta bancaria en la que haces depósitos a largo plazo y esperas no realizar retiros.

Al resolver un problema, puede ser tentador enfocarse solo en el aquí y ahora y tomar decisiones rápidas para una solución rápida. Los propietarios toman decisiones que crean los mejores resultados a largo plazo.

Piensa a largo plazo cuando tomes decisiones que tendrán un impacto duradero. Considera cómo evolucionará con el tiempo el problema del que eres propietario. Toma medidas ahora que agradecerás más adelante.

Ten un punto de vista cuando tengas la oportunidad de participar en la toma de una gran decisión. Haz el esfuerzo necesario para comprender los problemas y formular tu recomendación sobre el mejor camino que seguir. Sé audaz y claro en cómo te comunicas.

Prioriza implacablemente cuando tomes decisiones sobre dónde invertir tiempo y recursos. La priorización ayuda a desglosar los problemas complejos y proporciona claridad frente a la incertidumbre. No podemos hacerlo todo, así que enfócate y ayuda a los demás a enfocarse en lo más importante. 

Sé ahorrador cuando gastes recursos de la empresa. Si podemos hacer más con menos, podemos hacer más. Asegúrate de que todo lo que gastamos en tiempo y dinero beneficie a nuestros clientes y a nuestra misión.

Los grandes propietarios no dejan que su casa se llene de basura. No creen que “ese es el trabajo de otro”. Ayudan donde sea y como sea posible. 

Haz tus tareas cuando veas que hay que hacer algo. Preocúpate por los detalles y presta atención a las pequeñas cosas. Te lo agradecerás a ti mismo más tarde si lo haces ahora.

Discrepa y comprométete cuando tomes decisiones en equipo. Mantén un debate honesto, abierto y respetuoso para llegar a la mejor decisión. Sé un partidario comprometido una vez tomada la decisión, incluso cuando esta no sea como tú quieres.  

Sé humilde cuando formes y sostengas tu punto de vista. Todos tienen algo que aprender. Todas las personas tienen algo valioso que enseñarte. Reconoce que eres un trabajo en progreso y no tienes todas las respuestas. Busca aprender de los demás. 

Acepta la incomodidad cuando te sientas fuera de tu zona de confort. Debes saber que, para crecer y cambiar, debes ser vulnerable, estar alerta y dispuesto a probar cosas nuevas. Si te sientes incómodo, probablemente lo estás haciendo bien. 

Busca la verdad cuando te enfrentes a la adversidad o a lo desconocido. El objetivo siempre es encontrar la mejor respuesta posible. Haz las preguntas correctas. Deja a un lado la política y los cargos, y trabaja con los demás para obtener las mejores respuestas. 

Cuando necesites obtener las mejores ideas y energía de los demás, comparte problemas, no soluciones. Invítalos a resolver el problema en lugar de simplemente dar tu versión de la solución. 

Busca el progreso en vez de la perfección cuando te sientas atascado en un problema complejo. Experimenta a través de pruebas constantes, comentarios de los usuarios e iteración. Esto ayuda a que tus ideas progresen. Elige el progreso iterativo en vez de diseñar una solución perfecta que nadie utilizará. 

Sé auténtico. Sé tú mismo, con tus peculiaridades y excentricidades. Está bien mostrarte tal cual eres. No tememos ser diferentes ni dejar que nuestra humanidad se manifieste. Adoptamos diversas perspectivas y formas de pensar.

Sin engaños. Sé considerado. Sé siempre honesto, directo y transparente.

Empodera a los demás. Liberar el potencial humano en los demás es la clave para nuestro éxito. Es la mejor manera de generar un impacto a escala. Sé humilde y date cuenta de que no se trata solo de ti. Invierte en los demás.

Sé antirracista, que es un término general que también se refiere a estar en contra de la opresión y el sesgo. Ser antirracista significa oponerse de forma activa al racismo, la opresión, el sesgo y la discriminación, y promover activamente la equidad para todas las comunidades.

Sé respetuoso. Muestra consideración y respeto por los demás. Presta atención y muéstrate abierto a las opiniones de los demás. Estar en lo correcto no es una excusa para ser grosero.

Pregunta cómo puedes ayudar. Los equipos están hechos de personas que se ayudan entre sí. Cuando alguien necesita ayuda, la ofrecemos de forma proactiva. Y cuando necesitamos ayuda, alguien nos la ofrecerá.